El Necronomicón, ¿existe?

El maestro de la literatura de terror y ciencia ficción, H.P. Lovecraft (1890-1937), creó un grimorio ficticio llamado Necronomicón. Un grimorio es un tipo de libro mágico medieval (siglo XV-siglo XVIII), que contiene correspondencias astrológicas, listas de ángeles y demonios; así como instrucciones para aquelarres, lanzar encantamientos y hechizos, mezclar medicamentos, invocar entidades sobrenaturales y fabricar talismanes.

Siguiendo la misma línea, el Necronomicón habla sobre saberes arcanos y magia ritual cuya lectura provoca la locura y la muerte. En él podrás encontrar fórmulas para contactar a los Antiguos, unas entidades sobrenaturales de un poder inmenso y que quieren recuperar el planeta Tierra.

El supuesto autor es un “árabe loco” llamado Abdul Alhazred, el cual escribió el libro alrededor del año 730 d.C. Se dice que este poeta, originario de Yemen, murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible delante de numerosos testigos, pero también se cuenta que fue arrastrado por un remolino hacia el cielo.

Sin embargo, no tienen de qué asustarse, pues el Necronomicón es una invención del mismo H.P Lovecraft. ¿Por qué lo hizo? Porque quería darle más realismo a sus historias de terror, así que se inventó a un escritor y un libro mágico. En sus obras poco a poco comenzó a hacer referencias sobre el Necronomicón, relataba que contenía fórmulas mágicas para la invocación de demonios y dejaba entrever un conocimiento particular de la relación espacio-tiempo.

Digamos que el libro sólo existe en los cuentos de Lovecraft, pero ha dado tantos detalles de él en cada una de sus novelas y en sus cuentos, que muchas veces lleva a la confusión. Tanto así, que muchos lectores trataron de localizar una copia impresa de aquel misterioso libro.

Según se narran en las historias de Lovecraft, la palabra Necronomicón significa “imagen de la ley de los muertos”, fue escrito en árabe, el cual fue traducido al griego y posteriormente al latín. En sus novelas solía decir que quedaban muy pocos ejemplares del Necronomicón, que supuestamente sólo se lograron conservar cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham, Estados Unidos y otra en la Universidad de Buenos Aires.

También decía que la Iglesia Católica había prohibido este libro en el año 1050, catalogándolo como un libro prohibido; pero que no obstante, se habían realizado impresiones en España y Alemania durante el siglo XVII.

El engaño hecho por H.P Lovecraft fue un éxito. La gente realmente creía en la existencia de tal libro. No faltó uno que otro estafador que aseguraba tener una copia “original” del Necronomicón, el cual terminaba vendiéndolo carísimo a los despistados. De hecho, el famoso árabe loco Abdul Alhazred no es más que un apodo que el mismo Lovecraft se puso en la infancia, inspirado en la lectura Las mil y una noches.

Al respecto, H.P. Lovecraft escribió en 1927 una nota breve sobre la autoría del Necronomicón y la historia de sus traducciones:

Ahora bien, sobre ‘los libros terribles y prohibidos’, me fuerzan a decir que la mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred o el Necronomicón, porque inventé estos nombres yo mismo. Ludvig Prinn fue ideado por Robert Bloch y su De Vermis Mysteriis, mientras que el Libro de Eibon es una invención de Clrk Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten… En cuanto a libros escritos en serio sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad no son muchos. Esto se debe a que es más divertido inventar trabajos míticos como el Necronomicón y el Libro de Eibon.

H.P. Lovecraft

¿Si el libro no existe, cómo es que está a la venta? Lo que pasa es que numerosos escritores y artistas han intentado hacer realidad esta ficción, así que lo que hacen es tratar de imitar la redacción de Lovecraft, y para mantener el misterio no colocan una firma ni aclaran que es falso. Algunos de estos necronomicones son simples listados de los primigenios más conocidos, junto a símbolos y oraciones sin significado; pero también existen algunos muy cuidados, valiosos y dignos de colección.

Otros escritores, como August William Derleth, un escritor y antologista estadounidense perteneciente al Círculo de Lovecraft, ayudó a difundir en 1962 la existencia del libro con un anuncio en el Antiquarian Bookman:

Alhazred, Abdul. Necronomicón, España 1647. Encuadernado en piel algo arañada descolorida, por lo demás buen estado. Numerosísimos grabaditos madera signos y símbolos místicos. Parece tratado (en latín) de Magia Ceremonial. Ex libris. Sello en guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor postor.

August William Derleth

Para continuar con la broma, un estudiante incluyó la ficha del libro en el registro de la Biblioteca General de la Universidad de California, en la sección BL 430, dedicada a las religiones primitivas. De inmediato, el Necronomicón fue pedido insistentemente por alumnos e incluso por profesores. Jorge Luis Borges también creó otra ficha en la Biblioteca Nacional de Argentina, así como en el catálogo de la Biblioteca de Santander (España), donde supuestamente aparecía la versión latina del libro.

Por su parte, el dibujante H.R. Giger, publicó una recopilación de sus dibujos bajo el título Giger’s Necronomicon, en dos volúmenes. Es una edición muy cuidada para coleccionistas, son 666 ejemplares encuadernados en piel negra con un holograma escondido.

También la editorial española La Factoría ha publicado distintas versiones con este título, pero escritos por seguidores de Lovecraft. La editorial Edaf, por su lado, publicó un Necronomicón escrito por Donald Tyson en 2004, el cual está escrito como si fuera Abdul Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores árabes. En este libro Tayson recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos de Lovecraft, incluyendo la explicación del origen del mundo con el estilo trágico de Lovecraft.