En defensa de la felicidad es un libro escrito por Matthieu Ricard, un budista que ha sido considerado como el “hombre más feliz de la tierra”, según la Universidad de Wisconsin a partir de un estudio realizado sobre el cerebro. En este estudio se descubrió que Matthieu Ricard tiene un exceso de actividad en la corteza prefrontal izquierda, la zona donde se concentran las sensaciones placenteras, en comparación con la misma región del lado derecho del cerebro.
Este tratado de la felicidad narra la historia de cómo un prestigiado profesor de biología molecular en Francia abandona su carrera y a su familia para irse al Himalaya y radicarse definitivamente como monje del monasterio de Shechen. A partir de este momento dedica su vida a realizar trabajos humanitarios y de divulgación de esa religión.
En defensa de la felicidad, Matthieu Ricard nos narra su experiencia de cómo encontró la felicidad, partiendo desde la definición del concepto mismo. Para él, la felicidad no se encuentra en las cosas externas, sino en nuestro interior, y en una forma más meditativa y más altruista.
Independientemente de si creemos o no en el budismo, vale la pena apreciar la felicidad desde otro punto de vista completamente diferente a como estamos acostumbrados, sobre todo en occidente. ¿Sabías por ejemplo que la felicidad se puede cultivar? ¿O sabes cómo distinguir entre placer, alegría y felicidad?
¿Quién es Matthieu Ricard (1946)?
Es un filósofo, escritor, periodista y miembro de la prestigiosa Academia Francesa. Este personaje estuvo rodeado toda su vida por intelectuales y artistas como Luis Buñuel, Igor Stravinsky y Henri Cartier-Bresson. Esto gracias a que su madre, Yahne Le Toumelin, fue una reconocida pintora, y su padreun intelectual libertario francés.
La formación de este famoso budista fue completamente científica, ya que realizó estudios de doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París bajo la supervisión de premio Nobel en medicina, François Jacob, su padre.
Curiosamente, una vez que terminó su tesis de doctorado en 1972, tomó la repentina decisión de abandonar su carrera científica y concentrarte en estudios budistas tibetanos en el Himalaya. ¿La razón? Estaba convencido de que nada de eso lo llenaba y decidió ir en busca de la felicidad.
Matthieu Ricard y su padre Jean-François Revel, filósofo, escritor, periodista, gastrónomo, miembro de la Academia francesa y polemista político.
Desde hace 44 años vive en el monasterio de Shechen en el Nepal. Durante trece años fue discípulo y asistente de Dilgo Khyentse Rinpoche, uno de los maestros y visionarios tibetanos más eminentes de nuestro tiempo.
También ha acompañado a su Santidad el XIV Dalai Lama desde 1989, a través de la francofonía, actuando como su intérprete personal. Obtuvo del presidente francés, François Mitterrand, la Orden Nacional Francesa por sus implicaciones y sus esfuerzos en la preservación de las culturas del Himalaya.
Los derechos obtenidos por su trabajo de divulgación, libros y traducciones sobre el budismo tibetano los ha donado para proyectos humanitarios que él lidera en el Tíbet, Nepal y la India.
Además, cuenta con proyectos humanitarios para poder sostener en el Tibet dieciséis clínicas, siete escuelas, incluyendo una para 800 niños huérfanos que atraviesan el Himalaya en busca de una formación en su cultura en la India; así como la construcción de nueve puentes. En total trabaja en 110 proyectos humanitarios.
¿La felicidad es un estado temporal o un estilo de vida?
Matthieu Ricard define su concepto de felicidad basándose en distintas escuelas filosóficas o religiones orientales donde pone énfasis en la introspección y en apreciar lo que uno tiene. El libro En defensa de la felicidad no es en definitiva un manual que nos garantice ser felices por el resto de nuestras vidas, sino un libro profundo y completo que nos puede ayudar a encontrar el camino de nuestra propia felicidad.
Vivimos en una época donde la felicidad es prioridad, no obstante, nuestro actual acelerado ritmo de vida nos obliga a querer ser felices de inmediato. Nos provoca ansiedad y desesperación sentir un poco de malestar, tristeza o ira. Los medios de comunicación y la mercadotecnia nos prometen felicidad a bajo costo, con bonitos colores, a pagos fijos y a la moda.
Matthieu Ricard difiere con la felicidad inmediata, él nos sugiere que más que un estado de ánimo temporal, “ser felices” es un estilo de vida que debemos construir; muy parecido a querer ser vegano, ecologista, yogi o dark. No es sólo el deseo de un futuro inmediato, sino la adaptación de nuevos hábitos y costumbres.
Entre estos cambios, Matthieu Ricard nos invita a dejar de pensar tanto en nosotros mismos, y familiarizarnos más con una visión meditativa y altruista del mundo. Tampoco se trata de abandonar todo e irte al Himalaya como él lo hizo, sino entender que todo parte de nuestra adicción al sufrimiento.
Él propone que si dejáramos de pensar tanto en lo que nos falta, nos hicieron, nos dijeron o no logramos, encontraríamos un vacío existencial. En occidente, se nos ha enseñado a temerle a este vacío existencial, necesitamos llenarlo con cualquier cosa, pero para Matthieu Ricard, es justo ahí donde se encuentra la felicidad: Es un estar en lugar de un ser.
Como ejercicio para lograr desprendernos de todo lo que nos hace daño, nos invita a practicar el altruismo. Pensar en los demás nos ayuda a dejar de preocuparnos por nuestras carencias y nos incita a cometer acciones que nos hacen crecer como seres humanos: evolucionar.
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